Cocina de Autor y Espacio Cultural
Una Taberna con Alma y Memoria
Desde 1830, Taberna Narciso ha sido testigo de la historia de Teverga. Nacida como Casa Manolón, un comercio de vinos a granel fundado por una familia vaqueira, ha mantenido su esencia a lo largo de casi dos siglos. Sus vigas de madera, el suelo de ladrillo macizo desgastado por generaciones de tertulias y partidas, y la barra de mármol son testimonio vivo de su legado.
Hoy, bajo la dirección de José Alberto Álvarez, ovetense con raíces teverganas, Taberna Narciso renace sin perder su identidad. Con una carta breve pero cuidada, basada en productos de temporada y cocina de autor, y una programación cultural que incluye música en vivo y encuentros comunitarios, la taberna se ha convertido en un punto de encuentro para locales y visitantes.
Aquí, el pasado y el presente se entrelazan en cada rincón, ofreciendo una experiencia auténtica que celebra la tradición y la innovación.





Cocina de autor con raíces vaqueiras
En Taberna Narciso, la cocina nace del respeto a la tradición y del deseo de renovarla. Apostamos por una gastronomía de autor que hunde sus raíces en la cocina vaqueira y tevergana, interpretada desde una mirada actual, sensible y creativa.
Nuestra carta cambia con las estaciones y se construye a partir de productos locales y de temporada, tratados con técnica y cariño. No buscamos artificios, sino autenticidad: sabores limpios, contrastes sutiles y una presentación que honra la sencillez y la belleza de lo natural.
Cada elaboración cuenta una historia. Una historia de tierra y memoria, de fuego lento y conversación, de modernidad sin ruido. Es una cocina que dialoga con el entorno: sincera, cercana y con carácter.
El ambiente acompaña. En una taberna centenaria, donde cada rincón respira historia, la experiencia gastronómica se completa con música en vivo, encuentros culturales y ese calor humano que solo se encuentra en los lugares con alma.
Taberna Narciso como espacio cultural
En Taberna Narciso entendemos la taberna como algo más que un lugar para comer y beber: es un punto de encuentro donde la tradición y la cultura siguen vivas. A lo largo del año abrimos nuestras puertas para acoger propuestas de cine, fotografía, música y pequeños talleres que conectan a vecinos, visitantes y creadores. Nos gusta que este rincón de Teverga siga siendo un espacio donde compartir historias, aprender y disfrutar de la vida cultural del territorio.
Además, colaboramos con la Escuela de Teitáu, un proyecto dedicado a la recuperación de las cabañas tradicionales de techumbre vegetal. Contribuimos a su labor aportando alimentos para sus jornadas de trabajo y formación, apoyando así la conservación del patrimonio local y el oficio que lo hace posible.



